La Casa De Los Durrell En Corfú

«Abrimos la taberna a inicios de los años 70, con los primeros turistas», cuenta. En este momento vienen muchos ingleses, no tanto por el hecho de que les guste Durrell, si no por el sol y la playa». La casa que vemos en la serie es Villa Posillipo, que no es la vivienda real donde habitaron los Durrels, pero que se convirtió en un icono. Hay que recordad que las escenas de interiores se grabaron en una investigación de Londres. Estos son algunos de los niveles presentados en la serie, que no siempre se corresponden con los sitios reales de la vida de la familia.

la casa de los durrell en corfú

“Pretendemos que Danilia conserve su encanto, con lo que no contamos pensado abrirlo al público” añade orgullosa informándonos de que asimismo organizan acontecimientos y bodas. “Los novios se casan en la pequeña iglesia y después cenan junto a sus convidados en una extendida mesa puesta en la calle primordial”. Además de esto, está sosprechado que en 2022 abra un lugar de comidas de cocina griega dirigido únicamente a los huéspedes de Grecotel con la firme intención de seguir preservando el lugar. Si bien antes ahora se había rodado en Danilia Villa Solo para sus ojos de la saga James Bond, absolutamente absolutamente nadie había exhibido interés en visitar la villa hasta el momento en que los entusiastas de la serie alojados en el hotel supieron de su existencia. “Deseábamos comunicar este ubicación tan especial con nuestros clientes” cuenta a Condé Nast Traveler Maria Theodoraki, la relaciones públicas del hotel.

Los Durrels Reales

Los editores harían bien en aprovechar el gancho de esta serie de culto para recobrarlo. Por lo relacionado al hotel, una de les viviendas donde se hospedaron los Durrell está disponible. En la primera temporada, una ociosa Margo toma el sol con «poca ropa» para la temporada ante la desesperación del monje Plavlos que entonces será su amigo.

En frente de las dos viviendas, el islote de Lazareto es otro de los escenarios de aventura de la familia, rincón al que Margo hace una escapada para curarse de su mal de amores o al que Gerry asiste en pos de animales. Es ineludible que la emoción nos invada en frente de la bahía donde se aposenta. Los capítulos ahondan en las andanzas de un bohemio Lawrence, un obsesionado por las armas y las mujeres griegas Leslie, un interesante Gerry entusiasmado por los animales, y una Margo que se autodefine como algo tonta. La serie nos ofrece un viaje no solo geográfico, sino al año 1935, en el momento en que la familia Durrell, compuesta por la viuda Louisa y sus cuatro hijos, dejó atrás Bournemouth para llegar a la isla jónica de Corfú. Otra de las casas de los Durrell, «blanca como la nieve», está cerca de la primera, en un paisaje afín, mientras que para visitar la segunda, «de color amarillo narciso», hay que viajar hacia el norte, hasta la bahía de Guvia.

La Señora Durrell Y Sus Hijos

Son las desventajas de un progreso que no sufrieron los Durrell, que en sus primeros meses en Corfú vivían cerca, en Perama, en una colina punteada de cipreses. La mayor y la más famosa de las islas jónicas, en la que Ulises logró su última parada durante el viaje a Ítaca, da playas de agua cristalina y una muy amplia oferta de ocio. En la primera temporada, una ociosa Margo toma el sol con «poca ropa» para la temporada ante la desesperación del monje Plavlos que entonces será su amigo. Laconservación del medioambiente, la biodiversidad y la protección de los animalesson cuestiones transversales a la autobiografía de Gerald Durrell, cuyo trabajo como zoólogo dejó su huella en varios sitios de todo el mundo. Estoy segura de que si hubiesen llegado primeramente a Villa Katavolos, la familia Durrell hubiese quedado encantada con todas las comodidades y adelantos tecnológicos que tiene instaladas, tal como las fabulosas vistas del mar y de la isla.

Basada en hechos reales, Los Durrell es una adaptación de Trilogía de Corfú, las divertidas memorias del naturalista Gerald Durrell y está apuntada por el nominado el Emmy Steve Barron (Merlín). Corfú era en los años 30 un paraíso sin apenas turistas en el que lo que más sorprendía al llegar era, como sucede ahora, una explosión verde de cipreses, pinos, frutales y olivos que contrasta con el azul del mar y, en la memoria, con el secarral de las islas del Egeo. No es extraño que en la Grecia tradicional se considerara a Corfú un paraíso; con el paso del tiempo, a ámbas impresionantes fortalezas de la ciudad más importante se fueron sumando unos inmuebles más italianos que helenos, fruto del largo domino veneciano.

Familia Durrel en la isla de CorfúGerald fue el creador de la trilogía donde se basa la serie y llegó a ser un sobresaliente zoólogo, naturalista, conservacionista, escritor y presentador de televisión británico. El primer libro de la trilogía fue «Mi familia y otros animales», cuya lectura nos va a poder arrimar mucho más a las experiencias de Gerry en Corfú. Una vida a Corfú que se truncó con el estallido de la II Guerra Mundial y que quedó en la memoria de la familia Durrell como una etapa de felicidad perdida. Como la felicidad que te queda tras verla y que te hace, por un lado ponerte a ver vuelos hacía Corfú para en el momento en que se logre viajar, y del otro recobrar mi familia y otros animales, de Gerald Durell.

la casa de los durrell en corfú

Testeras vetustas y contraventanas verdes arropan el animado ámbito de Corfú, donde su antigua fortaleza veneciana se expone como un pasmante barco de piedra en el que ha embarrancado el pasado de la zona. Frente a ella está Spianada, entre las mayores plazas urbanas de Grecia. Desde el barco, el edificio desvencijado se refleja en el agua multiplicando la calma de la bahía de Kontokali. Justo al sur de la región está el Palacio Mon Repos, que también es el hogar de la condesa Mavrodaki en la serie. Ahora es un museo arqueológico, pero fue la vivienda de verano de la familia real griega y rincón de nacimiento del príncipe Felipe, marido de la reina Isabel. Desde la década de 1960 hasta la de 1980, la isla griega fue un destino exótico, popular entre mochileros, parejas jóvenes y familias.

«Se encontraba en lo prominente de una colina y miraba al mar cercada de olivares poco cuidados y de limoneros y naranjos sigilosos», escribe Gerald. «Toda la casa y el lugar respiraban una especie de melancolía centenaria». Para continuar el rastro de los Durrell por la isla me desplacé de entrada hasta Kanoni, lugar desde el que se diviértete con una vista inusual de ámbas isletas, Vlaherna y Pondikonissi, que forman la postal mucho más famosa de Corfú. Lo que no aparece en la foto, no obstante, es el cercano campo de aviación y los estruendosos vuelos de aproximación que destrozan la imagen idílica.

Los Durrell La Serie Embajadora De Turismo De La Isla De Corfú

Además de esto la serie se toma algunas licencias para que las tramas sean mucho más activas y más que nada converjan en el leño familiar, eje vehicular de Los Durrels durante las 4 temporadas. El cine y la televisión son de forma frecuente los mejores embajadores turísticos. Keeley Hawes como Louisa Durrell, la matriarca viuda que busca sacar adelante a sus hijos y no perderse a sí misma en el desarrollo. Dirigida por Steve Barron, habitual realizador de videoclips, Los Durrell ha sido nominada a 4 premios BAFTA (incluyendo mejor serie dramática) y fué entre las series más vistas en Reino Unido en su emisión en ITV.

Para proseguir el rastro de los Durrell por la isla me desplacé de entrada hasta Kanoni, lugar desde el que se diviértete con una vista inusual de las dos islas, Vlaherna y Pondikonissi, que constituyen la postal mucho más conocida de Corfú. Lo que no hace aparición en la fotografía, no obstante, es el próximo aeropuerto y los estruendosos vuelos de aproximación que destruyen la imagen idílica. Son las desventajas de un avance que no padecieron los Durrell, que en sus primeros meses en Corfú vivían cerca, en Perama, en una colina punteada de cipreses. Justo al sur de la región está el Palacio Mon Repos, que asimismo es la vivienda de la condesa Mavrodaki en la serie. En este momento es un museo arqueológico, pero fue la vivienda de verano de la familia real griega y rincón de nacimiento del príncipe Felipe, marido de la reina Isabel.

La casa cuenta con cinco dormitorios, 2 habitaciones dobles, una cama con dosel. Todas las habitaciones tienen vistas al mar, salvo una que mira al monte.La piscina y los jardines meritan una mención especial, en tanto que tienen el atractivo de la característica naturaleza en estado puro de la isla mediterranea. Complementan el espacio que antaño ocupaba la literatura de viajes, con exponentes como Goethe, oPatrick Leigh Fermor.

Merced a los hermanos escritores, sin embargo, nos queda el recuerdo de aquel tiempo en el que, como escribe Gerald, «la magia de la isla se apoderó de todos nosotros, tan dulce y pegadiza como el polen. Cada día tenía una tranquilidad, un flotar fuera del tiempo que deseabas que no terminara jamás». En concreto la Taberna Kouloura, un idílico espacio para evaluar la gastronomía griega que en la serie es la segunda casa a la que Larry se independiza.