Originario de Murcia, este joven jamás tuvo un comportamiento fuera de lo normal. Sus vecinos afirman que si bien era reservado y solitario siempre y en todo momento se mostraba educado. No salía con los amigos de noche ni tampoco tomaba alcohol, más allá de que se pasaba las horas muertas delante del computador y la consola. También describen a José como un chaval muy mimado y consentido por sus padres. Siempre le rodeaban de antojos, como la adquisición de una computadora bastante cara para el sueldo del progenitor, camionero de profesión. La crónica de nuestro personaje principal de el día de hoy nos comenta exactamente eso.
No era buen estudiante, así que dejó los estudios y pensó en marcharse para iniciar una nueva vida lejos de allí. Aquello lo sumió aún más en su soledad y fue el motor para terminar asesinando a toda su familia. Si se iba, le procurarían siempre, pero si los mataba, acabaría su suplicio.
El Joven Que Procuró Matar A Su Padre En Amurrio, A Un Siquiátrico
Pese al tiempo transcurrido, José prosigue sin tener “una explicación clara” de por qué mató a su familia. De hecho, afirma que “si hubiera conocido las secuelas, no lo habría hecho”. “Uno me mencionó que era de Murcia y que iba a Barcelona con su amigo a conocer a su abuela. Lo de Murcia me escamó, y asimismo que viajaran solos”, explicó el vigilante a las autoridades.
“Sinceramente pienso que jamás hay un momento perfecto y exacto para realizar las cosas, sino que depende de nosotros el conseguir que funcionen, tengamos la edad que tengamos”. El padre tenía previsto reparar esa cubierta, y su hijo se ofreció a asistirle, una actitud «bastante amable» que sorprendió a su progenitor, apunta el escrito del fiscal. Más allá de ello, los dos se dirigierondesde la localidad vizcaína de Arrigorriaga, su lugar de residencia, hasta el caserío. La autora, Francisca González Navarro, fue sentenciada a 40 años de prisión. Allí deberán ser reconocidos por su hija, la hermana de Angelo, a quien los psicólogos de Urgencias que acudieron a su residencia le brindaron la amarga novedad de la catástrofe.
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Las autopsia confirmó que asimismo repelió el ataque de su hermano. Poseas 20, 30 o 40 años, ser progenitores es una experiencia que te cambia la vida, te hace modificar tus preferencias, tu forma de organizarte y te descubre muchas cosas nuevas, pero deseamos saber cómo les afectó a ellos. Sandra también piensa que la seguridad económica con 26 años es menor, y que “el cambio de vida es muy brusco, dejas de hacer cosas como salir con los amigos de cena o viajar”. Hace en este momento un año y 4 meses, el condenado, que ha aceptado su responsabilidad en los hechos, tiró a su padre del tejado de un caserío en Inoso, cerca de Amurrio.
Asimismo de «meterle la cabeza bajo las ruedas de un camión de enorme tonelaje que pasó a menos de un metro de ellos». Según el acuerdo al que ha tenido acceso EL CORREO, este joven, ahora de 30 años, va a pasar «un máximo de diez años» internado en un siquiátrico, con la obligación de proseguir unférreo régimen médico. Caso de que recibiera el alta y saliera antes, va a deber seguir un régimen de libertad observada, con un dispositivo electrónico, hasta 2022 como máximo. El alcalde de la localidad, José María Sánchez Artés, declaró que todo lo mencionado “nos toca la fibra mucho más sensible”. Se da la circunstancia de que en esta misma localidad tuvo lugar, el 18 de enero de 2002, el asesinato de dos pequeños de 6 y 4 años a manos de su madre, quien los estranguló con el cable de un móvil.
Quería Vivir Una Experiencia Diferente Estar Solo Que Mis Padres No Me Buscaran”
Siendo detenido y a lo largo de su interrogatorio, Dmitry Ponomarenko aseguró que “es un dios” y que sacrificó “a sus víctimas” ya que absolutamente nadie lo “adora”. El joven de 30 años se encuentra bajo custodia policial y ahora se encara a una condena de prisión de 15 años. Además, asimismo se ha podido comprender que Dmitry Ponomarenko trabajaba en un hotel pero que, justo un día antes de cometer estos crímenes sanguinolentos, había sido despedido por asistir a su puesto bajo los efectos de la drogas.
Crystal Broke es una joven de Carolina del Norte que detestaba su padre y solo esperaba el día de que se muriera y pudiera convertir la vivienda familiar en una sala de fiesta. Tanto lo anhelaba que decidió matar a su padre con sus propias manos y ocultar el cadáver. Una vez arriba, la víctima se percató de que su hijo estaba «con la cara fuera de sí». El diagnóstico médico de «esquizofrenia paranoide, asociada a un trastorno por consumo de anfetaminas y estanol» ha facilitado la rápida resolución del trámite y que se cambie la prisión por un centro cerrado.
Tiene novia, y acaba de ofrecerle una noticia que lo tiene dándole vueltas a la cabeza, se quedó embarazada, y Jaime sería el padre. Nuestro personaje principal por su parte no se observa lo bastante maduro, y dice no mantener unas estupendas condiciones económicas. Ahora Jaime no sabe qué realizar y se ha planteado incluso cambiar de país. Un hombre de 30 años ha sido detenido tras matar y decapitar a su padre y a un amigo del progenitor al que destripó. Respecto a la madre, todo indicaba que la mató mientras que dormía, en tanto que no presentó signos de resistencia. Para finalizar, el adolescente asesinó a su hermana de nueve años y con síndrome de Down.
En el caso de Patricia, @misspetitep en redes sociales, ingeniera, madre a los 27 años, sí que fue una total sorpresa, aunque el ambiente se alegró mucho. Asegura que no se siente cien% dispuesta para ser madre, aunque como bien dice “¿quién lo está?”. Aseguran que los hijos son el fruto de un amor entre dos personas, pero qué ocurre cuando el inconveniente es que se es demasiado joven, que, en el final, un descuido termina siendo un hijo. La disputa continuó hasta que el ocupante de uno de los vehículos que se detuvieron solicitó al hijo que soltase el martillo y logró que le hiciese caso. El padre aprovechó ese instante para meterse en uno de los coches y abandonar el lugar pararecibir asistencia médica. A 400 metros de este emplazamiento está el estanco que regentaba su progenitora y puerta con puerta con el mesón-bar Mar de Galilea, local que la mujer había legado a su hijo, al que echaba una mano siempre que podía.